domingo, 1 de noviembre de 2015

Llamado a ser hijo

Que rápido pasa el tiempo. Hace algunos años a tras muchos eran niños que deseaban tener un juguete. Eramos niños que no tenían nada mejor que hacer más que jugar, pues solo eramos pequeños guardados en los impenetrables guardianes de la casa, los padres.

Hoy no podemos hacer ese tipo de cosas. Hoy muchos trabajan, estudian, se desvelan por algún familiar enfermo, se afligen por alguna amenaza, tiemblan ante las malas noticias... dejamos de ser niños.

Señalan como loco a aquel que dice "Tengo 34 años y soy un niño", peor cuando este actúa como tal. Desentona y da mala reputación al título que tiene en la pared que dice "Doctor en...". 

¿Cuándo dejamos de ser niños? Cuando el mundo te enseña que no dependes de nadie más que de ti. Triste pero sí.

Pero desde lejos se escucha un grito desesperado: ¡No tiene que ser así! Mi niñ@. Esa voz se escucha familiar. Aunque muchos lo tomen como la voz de la consciencia, o un pensamiento que se infiltro en nuestra mente... es la voz de un Papá lleno de amor. Tu y yo podemos reconocer esa voz pues es esa misma voz la que nos ha llamado a ser hijos, niños otra vez. 

No tienes que ser llamado huérfan@, divorcid@, el abusad@, y los sin fines de nombres falsos que este mundo te da. Solo tienes que volver a Aquel que te llama: Mi príncipe o princesa, mi hij@... mi amado. Tienes que volver a Dios, o como lo conozco yo... mi Papá.